FRASE DE LA SEMANA
“Henry, matemos a ese hijueputa ahora, mire que no tiene casi escoltas.”
Ramón Isaza, jefe paramilitar colombiano.
Hola amigos, aquí les tengo otra crónica de Colombia que da miedo contar. En ese hermoso país existen milicias privadas que le dicen Paramilitares. Son grupos armados ilegales de extrema derecha que se crearon para combatir a la guerrilla. Pero al final terminan sembrando terror a la población, sobretodos a los campesinos. Uno de ellos era los temibles Autodefensas del Magdalena Medio, liderados por Henry Perez y su socio Ramon Isaza «El Viejo». Ellos eran socios de Pablo Escobar, pues le cuidaban los laboratorios de cocaína y sus propiedades.
Para ese momento(1990), Escobar estaba acorralado por los comandos élite de la Policía y sus enemigos del Cartel de Cali. Se refugiaba en su finca del Magdalena Medio llamada la Hacienda Nápoles. Allí empezó a exigir a sus aliados mayor ayuda que simplemente cuidar sus cultivos de coca. Por esta razón se citó una reunión en la hacienda de Escobar. Henry Perez llegó a la cita un sábado en la mañana, acompañado por su fiel amigo Ramón Isaza.
Los dos hombres llegaron a la Hacienda Nápoles escoltados por unos 30 hombres fuertemente armados. Los paramilitares llegaron allí por varios camperos 4x4, tenían fusiles de asalto AK-47, rifles AR-15, granadas y hasta gafas nocturnas militares… Es que esas gentes sabían que las reuniones de la mafia no eran para jugar cartas.
- Henry Perez: ¿Y qué don Pablo, se te quedó grande la vuelta?
- Pablo Escobar: Pues muy aburrido, Ome Henry, descojonado. La cosa se me puso muy berraca. Y la verdad es que yo no quiero morir.
- Henry Perez: Sí. Estamos acabados. ¡Pero qué vaina Ome!
- Pablo Escobar: Miren muchachos, solo necesito un favor de ustedes : que me maten a los policias de su zona. Queremos exterminar a la policía de Colombia y crear la república independiente de Antioquia…
Ramón Isaza lo interrumpe:
“Don Pablo, pensé que usted era más inteligente, usted mata 100 policías y le meten mil.”
- Pablo Escobar: “Piérdase de mi vista, viejo sapo. ¿Quién le dio a usted permiso de opinar?”
La reunión se puso muy tensa y como los viejos aliados no llegaron a ningún acuerdo, se declararon la guerra dentro de un plazo de 48 horas. A la salida de la reunión, Ramón Isaza le dice a Henry:
“Matemos a ese hijueputa ahora, mire que no tiene casi escoltas… Matémoslo !”
Henry miró hacia Escobar, que seguía sentado en la mesa de la reunión, después le dijo a Isaza:
“Tranquilo
viejo, soy un hombre de palabra. Esperamos despues de 48 horas y te prometo que
a ese hijueputa lo matamos y lo picaremos en mil pedazos. ”
Así empezó la guerra duro con un centenar de muertos en ambas partes. Los paramilitares allanaron la hacienda Nápoles y la saquearon. Escobar fue a refugiarse en su pueblo natal.
Así empezó la guerra duro con un centenar de muertos en ambas partes. Los paramilitares allanaron la hacienda Nápoles y la saquearon. Escobar fue a refugiarse en su pueblo natal.
Un domingo de 1991, Henry Perez salía de una iglesia de su pueblo con su esposa. Fue acribillado de balas por 3 sicarios y una mujer. Sus escoltas reaccionaron y mataron a uno de los asaltantes, pero ya su suerte estaba hecha.
“Ay, muchachos, no me dejen morir por favor. Esos hijueputas me jodieron” fueron las últimas palabras de Henry Perez en agonía cuando era transportado en la clínica.
Así fue el triste final de uno de los hombres que más daños le ha hecho a las familias colombianas. Terminó asesinado por los hombres de Pablo Escobar, su ex-socio.